Nosotros

Desde fines del año 1999 nos hemos abocado al servicio de fumigaciones en nuestra localidad, una empresa familiar y humilde que desde sus comienzos ha tenido como emblema realizar trabajos con la seriedad y la responsabilidad que esta función requiere…

…para este 2018 tenemos proyectado una serie de cambios a efectos de ampliar nuestra zona de cobertura,, por cuanto permanentemente recibimos pedidos de presupuestos y contrataciones de trabajo de distintas partes del interior de la provincia, de distintos tipos de clientes como ser: acopios de granos, tambos, molinos, fábricas y otros…


lunes, 12 de julio de 2010

Leptospirosis



Es una enfermedad febril transmitida por la Leptospira interrogans, una bacteria del orden Spirochaetales, de la familia Leptospiraceae, y la transmite principalmente la rata. La leptospira fue observada por primera vez en 1907 en una laminilla de una autopsia de tejido renal. Es una de las zoonosis más comunes y un importante problema de salud pública, aunque se desconoce la prevalencia real de esta patología. La infección es comúnmente transmitida a humanos cuando agua que ha sido contaminada por orina animal se pone en contacto directo con lesiones en la piel, ojos o por las mucosas. En zonas no tropicales, los casos de leptospirosis muestran relativamente marcadas estaciones, donde la mayoría ocurren entre agosto y septiembre o entre febrero y marzo. Este último en el hemisferio sur, como se ha podido observar en Argentina a principios de febrero de 2010 donde se han registrado ya 21 casos. Esto se da cuando confluyen altas temperaturas y gran cantidad de lluvia. El tiempo de incubación de la bacteria en el ser humano, es decir desde que entra al organismo hasta que se manifiesta puede ser de 2 a 4 semanas. En esta primera fase se muestra con síntomas similares a los del resfriado común, una presentación clínica que es muy similar al dengue, fiebre amarilla, malaria, influenza y muchas otras enfermedades tropicales, caracterizada por fiebre, dolor de cabeza y dolor muscular, haciendo que ese período inicial sea difícil de diagnosticar y orientar un tratamiento oportuno. Luego de esta fase y de un periodo sin molestias, puede seguir una fase de mayor gravedad de la enfermedad, dependiendo del grupo serológico bacteriano, presentándose otros síntomas como: irritación conjuntival, irritación meníngea, rigidez de nuca, insuficiencia renal, ictericia, hemorragias intestinales o pulmonares, arritmia o insuficiencia cardiaca o dificultad para respirar. La enfermedad dura desde unos pocos días hasta tres o más semanas, dependiendo de su gravedad. La mayor parte de los infectados presentan sólo una primera fase, presentando molestias leves o no presentado ningún tipo de molestias. La segunda fase puede ser grave y, si no es tratada debidamente puede provocar una recuperación lenta, más raramente daños renales e incluso en casos extremos la muerte.

Antes de la desratización



Uno de nosotros se encarga de la fabricación de los cebaderos (contenedores del cebo parafínico) que llevarán a cabo el exterminio de las plagas indeseadas cuando éstas intenten ingresar por un orificio pequeño con el fin de comerse "el quesito" que le hemos dejado dentro. No siempre se trabaja con el mismo cebo debido a que no todas las especies de roedores comen lo mismo, y también depende del lugar en los que estos habiten..